Todo el mundo ha visto el Balón de Oro en
las manos de los futbolistas más prestigiosos del planeta. ¿Pero quién
sabe los secretos de su fabricación? ¿Quién conoce las entrañas de esta
famosa bola de oro que desde 2010 se llama FIFA Ballon d’Or? FIFA.com te cuenta el secreto de su creación.
Hace
más de 50 años —concretamente desde 1956, fecha de manufactura del
primer Ballon d'Or France Football— que los joyeros Mellerio, alias Meller,
fabrican anualmente este trofeo tan codiciado. La casa Mellerio goza de
una cierta experiencia en el dominio de la joyería y de la orfebrería,
dado que fue fundada hace cerca de cuatro centurias, en 1613. Ha creado
joyas para todas las cortes de Europa, además de numerosos objetos
preciosos como orfebrería religiosa, trofeos, espadas de académicos y
artículos de decoración. Mellerio es asimismo el creador de la Copa de
los Mosqueteros, destinada al vencedor del certamen tenístico de Rolland
Garros.
"Este magnífico trofeo que
nosotros elaboramos desde su institución necesita decenas de horas de
trabajo. Numerosos artesanos se alternan en su confección: el orfebre,
el repujador, el cincelador, el grabador, el dorador, el pulidor, etc.,
oficios todos ellos actualmente raros y preciosos. Estamos muy
orgullosos de estar en el origen de este trofeo de leyenda", explica
François Mellerio a propósito del FIFA Ballon d’Or.
Si
bien el fútbol ha cambiado mucho desde la coronación primigenia de
Alfredo Di Stefano en 1956, la concepción de esta estatuilla mítica
prácticamente no ha variado. El FIFA Ballon d'Or está compuesto por dos
semiesferas de latón, hechas a partir de placas. La acción que permite
redondearlas se llama repujar, y es el trabajo que hace un artesano
denominado lógicamente repujador.
A
continuación es necesario soldar las dos partes con un soplete, que
es tarea del orfebre. Enseguida el cincelador rellena la bola de un
material llamado "cemento", que a pesar de su nombre se parece más bien a
la cera. Luego, con ayuda de un cincel y de un martillo da forma a las
costuras en el metal según un diseño previamente dibujado a lápiz sobre
la esfera lisa.
Una vez realizada esta
operación, el cincelador vacía el "cemento" de su obra y la envía al
orfebre para que la pula. Este último grabará además el logotipo del
FIFA Ballon d'Or. En la última etapa, el Balón de Oro se sumerge en un
baño de oro fino antes de fijarse sobre un pedestal formado por un
bloque de pirita.
La estatuilla de 31
centímetros de alto, 23 de largo y 23 de ancho habrá quedado terminada
para entonces. Sólo faltará entregársela a su destinatario, con su
nombre grabado sobre el trofeo. Pero esto sólo se hará después de la
ceremonia. Entretanto, una placa con el nombre del jugador se
atornillará sobre el pedestal. En cualquier caso, ese apelativo
permanecerá grabado en los anales del fútbol a perpetuidad.